Dolor de espalda

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Dolor de espalda; dolor de espalda baja; dolor lumbar; dolor en la espalda

Definición
El dolor de la parte baja de la espalda proviene de la columna vertebral, los músculos, los nervios u otras estructuras en esa región de la espalda e igualmente se puede irradiar desde otras áreas (parte media y superior de la espalda, una hernia inguinal o un problema en los testículos o los ovarios).
La persona puede sentir una variedad de síntomas si se lastima la espalda, tales como una sensación de hormigueo o quemazón, un dolor sordo o un dolor agudo, al igual que se puede experimentar debilidad en las piernas o los pies.
No será necesariamente un evento el que cause realmente el dolor, ya que es posible que la persona haya estado haciendo muchas cosas de manera inadecuada, como pararse, sentarse o levantar algo, durante mucho tiempo. Luego, súbitamente, un movimiento simple, como alcanzar algo en la ducha o agacharse, lleva a la sensación de dolor.

Consideraciones generales
Al igual que cualquier persona, uno tendrá al menos un dolor de espalda en su vida. Aunque tal dolor o molestia se puede presentar en cualquier parte de la espalda, el área afectada más común es la parte baja de la espalda, debido a que esta área soporta la mayor parte del peso corporal.
El dolor de espalda bajo es la segunda razón por la cual los estadounidenses acuden al médico, superado sólo por los resfriados y la gripe. Muchas lesiones relacionadas con la espalda suceden en el trabajo, pero uno puede cambiar esto. Ha y muchas cosas que uno puede hacer para disminuir las posibilidades de desarrollar dolor de espalda.
La mayoría de los problemas de espalda mejoran por sí solos. La clave está en saber cuándo necesita buscar ayuda médica y cuándo los cuidados personales solos le permitirán mejorarse.
El dolor de espalda bajo puede ser agudo (corta duración), durar menos de un mes o ser crónico (durar mucho tiempo y ser continuo) con una duración de más de 3 meses. Aunque sufrir un dolor de espalda agudo más de una vez es común, el dolor continuo durante un período largo no lo es.

Causas comunes
La mayoría de las veces se siente dolor de espalda por primera vez justo después de levantar un objeto pesado, de pararnos de una manera súbita y abrupta, de permanecer sentados en una sola posición durante largo tiempo o de sufrir una lesión (por ejemplo, por una caída o por un accidente). Pero antes de que se presente ese incidente, las estructuras de nuestra espalda ya pueden estar perdiendo fortaleza o integridad.
La estructura específica de nuestra espalda causante de dicho dolor casi nunca se identifica. Ya sea que se identifique o no, existen diversas fuentes responsables del dolor en la parte inferior de la espalda:
Pequeñas fracturas en la columna vertebral a causa de la osteoporosis
Dolor muscular (músculos muy tensos que permanecen contraídos)
Ruptura o herniación discal
Degeneración de los discos
Mala alineación de las vértebras
Estenosis espinal (estrechamiento del canal vertebral)
Distensión muscular o desgarro de los músculos o ligamentos que sostienen la espalda
Curvaturas de la columna (como en el caso de la escoliosis o la cifosis) que pueden ser heredadas y que se observan en los niños y en los adolescentes
Otras condiciones médicas como la fibromialgia.
Cualquiera sea la causa del dolor de espalda bajo, éste usualmente involucra espasmos de los grandes músculos de soporte que se encuentran a lo largo de la columna. El espasmo y la rigidez muscular que acompañan el dolor de espalda pueden ser particularmente incómodos.
Una persona está en un riesgo particular de sufrir dolor espalda bajo si:
Trabaja en construcción o en otro tipo de oficio que exija levantar objetos pesados y agacharse o girar frecuentemente, o en el que todo el cuerpo esta sujeto a la vibración (como conducir un camión o manejar una chorreadora de arena)
Adopta malas posturas
Está en embarazo
Tiene más de 30 años de edad
Fuma, no hace ejercicio o tiene sobrepeso
Sufre de artritis o de osteoporosis
Tiene bajo umbral de dolor
Siente estrés o depresión
El dolor de espalda desde órganos en la pelvis o en otro lugar abarca:
Infección de la vejiga
Cálculos renales
Endometriosis
Cáncer ovárico
Quistes ováricos
Torsión testicular (testículo retorcido)

Cuidados en el hogar
Muchas personas se sienten mejor después de una semana de haberse presentado el dolor de espalda y es probable que después de otras 4 a 6 semanas el dolor haya desaparecido completamente. Para asegurar un rápido alivio, es importante tomar las medidas adecuadas cuando el dolor se siente por primera vez.
Una de las creencias erróneas comunes acerca del dolor de espalda es que es necesario descansar y evitar la actividad durante un largo tiempo. De hecho, el descanso en cama NO es recomendable. Si aún no tiene indicios de una causa seria subyacente para el dolor de espalda (como pérdida de control de la vejiga o de los intestinos, debilidad, pérdida de peso o fiebre), entonces es necesario mantenerse tan activo como sea posible. Se recomienda reducir la actividad física durante los dos primeros días y después de esto reiniciar gradualmente las actividades de rutina. A continuación, se enuncian algunos consejos sobre cómo manejar el dolor y la actividad de manera oportuna:
Suspender la actividad física normal durante los primeros días. Esto ayuda a calmar los síntomas y a reducir cualquier tipo de inflamación que se presente en el área del dolor.
Aplicar calor o frío en el área afectada por el dolor. Un buen método es aplicar el hielo durante las primeras 48 a 72 horas y luego aplicar el calor.
Tomar analgésicos de venta libre como el ibuprofeno (Advil, Motrin IB) o acetaminofén (Tylenol). Si no se puede tomar ninguno de estos analgésicos por razones médicas, como en el caso de una úlcera estomacal, inflamación estomacal o trastornos hepáticos, entonces se debe consultar con el médico sobre otras medidas para aliviar el dolor.
Al momento de dormir, es recomendable tratar de acostarse en posición fetal encogido y con una almohada entre las piernas. Si se duerme de espalda, se aconseja colocar una almohada o una toalla enrollada bajo las rodillas para aliviar la presión.
NO se deben realizar actividades que impliquen levantar objetos pesados ni voltear la espalda durante las 6 primeras semanas después de haberse presentado el dolor y es necesario EVITAR el ejercicio los días inmediatamente posteriores al inicio del dolor. Después de 2 a 3 semanas, sin embargo, se debe reanudar el ejercicio gradualmente (particularmente con la asesoría de un fisioterapeuta). Es necesario recordar que la actividad física diaria se debe reanudar después de unos pocos días.
Cuando se esté listo para reanudar el ejercicio, se debe iniciar con entrenamiento cardiovascular suave. Caminar, montar en bicicleta estática y nadar son buenos ejemplos de la manera como se debe iniciar después de 2 semanas de haberse presentado los síntomas. Esta actividad aeróbica puede ayudar a que el flujo sanguíneo llegue a la espalda, a promover la curación y a fortalecer los músculos del estómago y de la espalda.
Los ejercicios de estiramiento y de fortalecimiento son importantes a largo plazo. Sin embargo, empezarlos demasiado pronto después de la lesión puede hacer que el dolor empeore. Un fisioterapeuta pueden ayudar a determinar el momento de incorporar este tipo de ejercicios y la manera correcta de hacerlo.
Se deben EVITAR los siguientes ejercicios durante la etapa inicial de la recuperación, a menos que el médico o el fisioterapeuta indiquen lo contrario:
Trotar
Jugar fútbol
Jugar golf
Bailar
Levantar pesas
Levantar las piernas cuando se está boca abajo
Hacer abdominales manteniendo las piernas derechas (en lugar de doblar las rodillas)

Se debe llamar al médico si
Se debe llamar al número local de emergencias (061) si se ha perdido el control de la vejiga y de los intestinos o, de otro modo, ponerse en contacto con el médico si presenta alguno de los siguientes síntomas:
Dolor de espalda acompañado de fiebre inexplicable.
El dolor de espalda empezó después de una caída o golpe severos.
Enrojecimiento e inflamación en la espalda o en la columna.
El dolor baja por las piernas hasta la rodilla.
Debilidad o entumecimiento de las caderas, muslos, piernas o pelvis.
Ardor al orinar o sangre en la orina.
Pérdida de peso involuntaria.
Uso de esteroides o de medicamentos intravenosos.
El dolor empeora al acostarse.
El dolor lo despierta en las horas de la noche.
El dolor es muy agudo.
Nunca antes se ha tenido o se ha evaluado el dolor de espalda.
Se ha tenido dolor de espalda en otras ocasiones pero este episodio tiene características diferentes.
Este episodio de dolor de espalda ha durado más de 4 semanas.
Si se presenta alguno de los síntomas anteriormente mencionados, el médico buscará cuidadosamente cualquier signo de infección (como meningitis, absceso, o infecciones del tracto urinario), ruptura de disco, estenosis de la columna, hernia, cáncer, cálculos renales, torsión testicular u otro tipo de problemas serios.

Lo que se puede esperar en el consultorio médico
En la primera cita, el médico hará preguntas que incluyen la frecuencia y la severidad del dolor de espalda y tratará de determinar su causa y la posibilidad de una pronta recuperación con medidas simples tales como la aplicación del hielo, el uso de analgésicos suaves, la fisioterapia y el ejercicio adecuado. En la mayoría de los casos, el dolor de espalda mejorará con el uso de estos métodos.
Entre algunas de las preguntas se incluyen:
¿El dolor se presenta en uno o en ambos lados?
¿Cómo se describiría el dolor? Es un dolor sordo, un dolor agudo, un dolor pulsátil o con ardor?
¿Es la primera vez que se presenta el dolor de espalda ?
¿Cuándo comenzó? ¿Se presentó de repente?
¿Hubo alguna lesión o accidente en particular?
¿Qué actividad se estaba desarrollando antes de que se iniciara el dolor? ¿Estaba levantando algo o agachándose? ¿Estaba trabajando en el computador? ¿Estaba conduciendo durante un largo trayecto?
¿Ha tenido dolor de espalda en otras oportunidades, es el dolor esta vez igual o diferente? ¿De qué manera es diferente?
¿Conoce la causa de los episodios anteriores de dolor de espalda?
¿Qué tanto dura usualmente cada episodio de dolor?
¿Se siente el dolor en otro lugar diferente a la espalda, como en la cadera, en el muslo, en la pierna o en el pie?
¿Se siente hormigueo o entumecimiento? Cualquier tipo de debilidad o pérdida del funcionamiento de las piernas o de cualquier otra área?
¿Qué factor empeora el dolor? ¿Levantar objetos, voltear, estar de pie o permanecer sentado durante mucho tiempo?
¿Qué factores alivian el dolor?
¿Se presentan otros síntomas? ¿Pérdida de peso? ¿Fiebre? ¿Cambios en la orina? ¿Cambios en los hábitos de defecación?
Durante el examen físico, el médico tratará de ubicar el punto del dolor y de saber la manera como éste afecta los movimientos. El médico pedirá al paciente que realice las siguientes acciones:
Sentarse, ponerse de pie y caminar. Mientras el paciente camina el médico le pedirá que trate de hacerlo en la punta de los pies y luego en los talones.
Inclinarse hacia delante, hacia atrás y hacia los lados.
Acostarse y levantar los pies manteniéndolos derechos. Si el dolor empeora con este movimiento, es posible que se esté sufriendo de ciática, especialmente si también se siente entumecimiento u hormigueo en una de las piernas.
El médico coloca las piernas del paciente en diferentes posiciones que incluyen el doblamiento y estiramiento de las rodillas. Durante el curso de la consulta se evalúa la fortaleza del paciente y su capacidad de movimiento.
Para evaluar la función nerviosa, el médico utiliza un martillo de plástico con el fin de observar los reflejos y le toca las piernas en muchos puntos con un alfiler, con un aplicador de algodón o con una pluma para evaluar el sistema nervioso sensorial (qué tan bien se siente el paciente) y le pide avisarle si hay áreas en las que la sensación sea más sorda al tocarlas con el alfiler, con el aplicador o con la pluma.
La mayoría de las personas que sufren dolor de espalda se recuperan entre las 4 y 6 semanas, por lo tanto, es probable que en la primera cita el médico no ordene ningún tipo de exámenes. Sin embargo, si se presenta cualquiera de los siguientes síntomas o situaciones, es probable que el médico ordene radiografías inclusive en la primera cita:
Dolor que ha durado más de un mes
Entumecimiento
Debilidad muscular
Accidente o lesión
Fiebre
Tiene más de 65 años de edad
Ha tenido cáncer o grandes antecedentes familiares de cáncer
Pérdida de peso
En estos casos el médico está buscando un tumor, una infección, una fractura, o un trastorno nervioso severo. Los síntomas anteriormente mencionados son indicio de que se pueda estar presentando una de estas condiciones y, de ser así, esta situación cambia el tratamiento para el dolor de espalda.
Entre algunos de los exámenes que se pueden ordenar se incluyen radiografías, mielograma (radiografía o TC de la columna después de haber inyectado en ella un medio de contraste), una TC de la columna lumbosacra o una IRM de la columna lumbosacra.
La hospitalización, la tracción o la cirugía de columna deben considerarse sólo si se presenta lesión del nervio o si la enfermedad no se cura después de un largo tiempo.
Muchas personas se han beneficiado de la fisioterpia. El médico determinará si el paciente necesita ser evaluado por un fisioterapeuta y hará la remisión correspondiente. El fisioterapeuta iniciará el tratamiento utilizando métodos para reducir el dolor y luego enseñará al paciente la manera de prevenir un nuevo dolor de espalda.
Si el dolor dura más de un mes, es posible que el médico haga una remisión a un ortopedista (especialista en problemas de los huesos) o a un neurólogo (especialista en trastornos de los nervios).

Prevención
El ejercicio es importante para evitar los episodios repetitivos de dolor de espalda y evitar este dolor en primer lugar. Si la persona ha tenido dolor de espalda en algún momento, el trabajo con un fisioterapeuta le puede ayudar cuando está aprendiendo a hacer ejercicio de manera segura. A través del ejercicio la persona puede:
Mejorar su postura
Fortalecer la espalda y mejorar la flexibilidad
Bajar de peso
Evitar caídas
Un programa completo de ejercicios debe incluir actividad aeróbica, como caminar, nadar o montar en bicicleta estática, al igual que entrenamiento en fortaleza y estiramiento. Para prevenir el dolor de espalda, es muy importante aprender a levantar cosas y agacharse apropiadamente, siguiendo estos consejos:
Si un objeto es demasiado pesado o difícil de manejar, se debe conseguir ayuda.
Separar las piernas para tener una base amplia de apoyo.
Pararse lo más cerca posible al objeto que se va a levantar.
Doblar el cuerpo por las rodillas, no por la cintura.
Templar los músculos del estómago a medida que se levanta el objeto o se descarga.
Mantener el objeto tan cerca del cuerpo como se pueda.
Realizar la acción de levantamiento usando los músculos de las piernas.
NO inclinarse hacia delante a medida que se incorpora con el objeto.
NO girar mientras se esté agachando para coger el objeto, lo esté levantando o trasportando.
Otras medidas a tomar para prevenir el dolor de espalda incluyen:
EVITAR pararse por largos períodos de tiempo, pero si lo tiene que hacer por razones de trabajo, se recomienda usar una banqueta, alternado el descanso de cada pie sobre ella.
NO usar zapatos de tacón alto. Se recomienda el uso de suelas amortiguadoras al caminar.
Cuando se trabaja sentado, especialmente con el computador, se recomienda asegurarse que la silla sea giratoria, que posea un espaldar derecho y ajustable, con un asiento ajustable y que tenga forma de apoyar los brazos.
Utilizar una banqueta bajo los pies mientras está sentado de tal manera que las rodillas estén más altas que las caderas.
Colocar una pequeña almohada o toalla enrollada detrás de la parte baja de la espalda mientras se está sentado o conduciendo por un período largo.
Si la persona conduce largas distancias como parte del trabajo, como en el caso de conducir un camión, se recomienda parar y caminar alrededor cada hora, llevar la silla hacia delante lo más posible para evitar agacharse y NO levantar objetos pesados justo después de conducir.
Dejar de fumar.
Perder peso.
Aprender a relajarse, intentando con métodos como el yoga, el tai chi o un masaje.

Referencias
Rakel D. Low Back Pain. In:Integrative Medicine. Elsevier; 2003:423-431.
Sierpina VS, Curtis P, Doering J. An Integrative Approach To Low Back Pain. Clin Fam Pract. 2002; 4(4); 817.
US Preventative Services Task Force. Primary Care Interventions to Prevent Low Back Pain: Brief Evidence Update. Rockville, MD: Agency for Healthcare Research and Quality; February 2004.
MEDLINE. Enciclopedia Médica. http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/encyclopedia.html 2007
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